* Por Lic. Lucía Soledad Casado
Los procesos de adopción y vinculación suelen ser momentos cargados de diversas emociones, no siempre fáciles de llevar adelante sin un acompañamiento terapéutico familiar.
Hablar de este tema no es sencillo, es vasto y hay múltiples miradas desde dónde abordarlo, siendo imposible alcanzar totalmente todas las aristas que lo atraviesan.
Desde un espacio terapéutico, es posible acompañar procesos de vinculación y de adopción que, como la misma palabra “proceso” plantea, llevan un tiempo luego del cual se producen transformaciones en quienes lo atraviesan. No son procesos sencillos porque se produce el encuentro entre dos partes, cada una con su historia personal y sus expectativas.
De parte de los adoptantes, es frecuente que haya pasado un tiempo de espera que ha sido vivido con ansiedad, angustia e ilusión. El llamado a iniciar una vinculación puede ser sorpresivo luego de este tiempo, siendo usualmente con poca anticipación. Hay muchos temores y fantasías que se ponen en juego al momento de iniciar una vinculación que muchas veces son silenciados, o incluso imposibles de decir por parte de quienes transitan ese momento.
Por parte del niño, niña o adolescente también hay múltiples miedos que se ponen en juego, que pueden llevar a diferentes comportamientos: de sobreadaptación, enojo, mucha angustia. Temores también relacionados a que no funcione esta vinculación o a vivir un nuevo rechazo o pérdida. Esto implica mucha ansiedad para el niño/a o joven que lo transita. Todos estos temores y fantasías, pueden ser expresados a través de comportamientos disruptivos, cambios bruscos en el estado de ánimo, intensa angustia, dificultades en el aprendizaje, entre otros.
Frente a ello, muchas veces quienes toman a cargo el cuidado de ese niño/a o adolescente, no saben cómo deben posicionarse y surgen preguntas acerca de si son demasiado rígidos o, al contrario, demasiado flexibles.
En este contexto, las consultas por psicología son un modo de acompañar a la familia, tanto a los tutores como al niño/a o adolescente. En las entrevistas el trabajo se orienta al armado de la historia que cada integrante tiene, con todo lo que ello conlleva, y cómo se va configurando así una nueva historia a partir de este nuevo encuentro: el armado de la historia de la adopción. Es fundamental comenzar poniendo palabras y entramando los distintos miedos, inseguridades y emociones que aparecen. Se intenta así construir un lazo de confianza, en el que el niño/a o adolescente se sienta seguro, y construir también estos lugares novedosos para los guardadores o tutores.
* Licenciada en psicología UBA.
MN 53637 MP 73256
05/07/2023