Comunicadores de la Argentina (Comuna) – periodistas, comunicadores, trabajadores de prensa y educadores de la comunicación de todo el país – celebra el reciente pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que consolida el proceso de democratización de la información y de la comunicación en el país, contra la concentración y monopolización de la palabra.
La resolución del tribunal dispone que el Grupo Clarín (Grupo Clarín SA, Arte Radiotelevisivo, Cablevisión, Multicanal SA, Radio Mitre SA y Teledigital Cable SA) tiene tiempo hasta el 7 de diciembre de este año 2012 para cumplir con lo dispuesto en el artículo 161 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, aprobada con amplia mayoría por el Congreso de la Nación, trabada desde el 1º de octubre de 2009 por medidas cautelaras adoptadas en sede judicial a favor únicamente de ése Grupo empresario.
Esto representa un paso decisivo para desarticular la acumulación de frecuencias que en especial ese emporio económico logró esencialmente al amparo de la Ley de Radiodifusión de la dictadura militar, y que hasta ahora acapara más de 300 licencias de emisoras de radio y televisión, proponiendo un discurso único y dominante.
Se abre así un capítulo nuevo en el país, en el que habrá espacio para que más voces participen de la comunicación y de la circulación de información, de manera de superar una concentración monopólica que organismos internacionales definen como contraria a la democracia, ya que atenta contra ella.
La Corte adoptó esta decisión en un momento en que recrudece el intento por instalar dentro y fuera del país la idea de que la Argentina está privada del derecho a la libertad de expresión, una afirmación hecha para enmascarar la negativa a cumplir la ley por parte del Grupo Clarín, ya que las empresas no custodian la libertad de prensa, sino de empresa.
En los plazos establecidos ahora por la Corte, en consecuencia, este Grupo concentrador de licencias, tanto como el resto de los multimedios del país, deberán ceder posiciones monopólicas, lo que presentan bajo la figura tergiversada de “desinversión”, en lugar de “adecuación” a la norma, como corresponde o más simplemente, respeto y cumplimiento de la ley.
Una vez más declaramos que la información no es una mercancía, sino un derecho humano básico, como el agua. Por eso, consideramos que es hora de celebrar la plena vigencia de la ley de Medios de la Democracia en todo su articulado y para todos los actores por igual, de manera de promover la pluralidad de voces, multiplicar las posibilidades de comunicación, dar y recibir información y, en consecuencia, fortalecer la libertad y la democracia, ya que los verdaderos custodios del derecho a la información no son los empresarios, sino el pueblo.
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