La suba de tres puntos en las retenciones a la soja.
Lo que en principio se perfilaba como un mero mecanismo destinado a aumentar la recaudación fiscal, al momento de su implementación se transformó en un conjunto de componentes de política agrícola, destinados a favorecer a los pequeños y medianos productores sojeros, promover la producción regional e impulsar el desarrollo de algunas cadenas agroindustriales.
* Por Isaac Rudnik y Rubén Ciani
El gobierno nacional anunció un conjunto de medidas arancelarias que tienen como eje central el incremento de tres puntos porcentuales en los derechos de exportación (retenciones) para el sector agrícola, autorizado en las últimas sesiones extraordinarias del Congreso Nacional con la votación de la ley de emergencia social.
Lo que en principio se perfilaba como un mecanismo sólo destinado a aumentar la recaudación fiscal, luego de reuniones del Poder Ejecutivo Nacional con la Mesa de Enlace -coordinadora gremial de los productores agropecuarios- la medida se fue transformado en un conjunto de componentes de política agrícola, basado en aumentos y disminuciones de las cargas impositivas a la exportación para un amplio conjunto de productos agrícolas.
En ese orden, las medidas gubernamentales tienden a mantener la competitividad de producciones pampeanas, favorecer a los pequeños y medianos productores sojeros, promover la producción regional e impulsar el desarrollo de algunas cadenas agroindustriales. Las mismas se podrían clasificar de la siguiente forma:
1) Soja: Si bien existe un incremento de 3 puntos porcentuales (suben de 30 a 33%) para las retenciones, este se aplicará a sólo a los grandes productores que constituyen alrededor de un tercio del total de productores de soja: unos 14.800 de un total -según datos divulgados por el gobierno- de 42.400. Para el resto de los productores de soja las retenciones o bien no varían o bien disminuyen.
Este diferencial surge al establecer para la soja un régimen de segmentación en la aplicación de los derechos, en el cual todos aquellos productores con obtenciones menores a 1000 toneladas anuales serán alcanzados por una retención efectiva no mayor al 30% (no se aplica el aumento de tres puntos), reduciéndose a un mínimo del 20% para producciones menores a 100 toneladas anuales lo que implica para estos pequeños productores una disminución de hasta 10 puntos porcentuales.
2) Resto de granos y productos pampeanos: Se Mantienen los derechos de exportación de trigo y maíz en el 12% para los cereales; se reducen los porcentajes del complejo girasol (grano, aceite y harina) del 12% a 7% y de la mayoría de las legumbres (arveja, lentejas, garbanzos) del 9% al 5%. No hay cambios relevantes en las producciones de ganado y tambo, mientras que también disminuyen en la de de porcinos, ovinos y pesca.
3) Productos Regionales Se reducen los derechos de exportación de productos regionales como el arroz, maní, algodón y porotos.
4) Cadenas Agroindustriales: Se amplía el diferencial arancelario (menores impuestos a la exportación para el grano industrializado con valor agregado) que favorece a la producción de harina de trigo y harina de maíz (industria molinera), y a productos industriales o diferenciados como el maíz pisingallo y el maíz Flint (para cereales /desayuno), en todos los casos con un efecto favorable para los productos con mayor valor agregado. Por el contrario, se mantiene la eliminación del diferencial arancelario de la industria aceitera.
La suba de tres puntos en las retenciones habría implicado en principio un incremento de recaudación fiscal cercano a los 400 millones de dólares anuales, que deberán pagar sólo los grandes productores de soja. Sin embargo, una parte importante de este monto cercana al 50%, será redistribuida entre otros sectores del agro: productores sojeros de menos de 1000 toneladas., también a cadenas agroalimentarias con mayor componente de consumo interno como el complejo girasol, regionales (arroz, maní, algodón), legumbres (arvejas, lentejas, garbanzos), buscando orientarlas a un mayor desarrollo exportador.
No tiene sustento la justificación del paro agropecuario supuestamente amparada en la defensa de los intereses de todos los productores del campo, sólo un pequeño grupo de los mas poderosos hoy deberán elevar su contribución al fisco con el nuevo esquema de retenciones.
* Integrantes del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana – ISEPCI
(Publicado el 11/03/2020)