Compañeros/as, me es inminente, necesario, acercarles un estremecido abrazo, de esos que muchas veces nos unen en el llanto, pero se revelan en la fuerza del amor y la lucha que jamás claudican. El que nos convoca a crear lazos de participación activa en todos los ámbitos sociales, políticos, culturales, educativos.
Abrazos, en este día en el que rememorar tanto horror, tanta entrega, tanta sangre hermana derramada, impone un grito de absoluto repudio, indignación, dolor; y el irrenunciable pronunciamiento de Memoria, Verdad y Justicia!
Nunca más al terrorismo de Estado.
Nunca más asesinatos, desapariciones.
Nunca más, “sálvese quien pueda – algo habrán hecho”
Nunca más, Malvinas nuestros miles de jóvenes combatientes, estaqueados, censurados, obligados a ocultar la verdad.
Nunca más la guerra, el miedo, la mentira.
Nunca más colonialismos, imperios, usurpaciones.
Nunca más la cobardía de los genocidas, borrachos, violadores, asesinos!
Nunca más represión, prohibición, olvido.
Nunca más, mirar para otro lado que no sea el de construir, consolidar, consagrar, festejar el país, el planeta de la libertad, la paz, la belleza ; la soberanía política, la independencia económica, la justicia social.
Sin este abrazo, amigos, la vida sería un absurdo, una metáfora de la nada, un sin sentido del maravilloso latido humano.
Por eso, los abrazo.