Hace unos días se supo que la pobreza volvió a crecer en la Argentina. Más allá de los deseos y mensajes alentadores que envía el Presidente Mauricio Macri, la realidad es que en el segundo semestre del 2018 en el país hay 14,3 millones de pobres (32%). Mientras que las personas que están por debajo de la línea de indigencia trepó a los casi 3 millones (6,7%).
Una realidad preocupante. A 4 meses de comenzado el año la canasta básica para una familia tipo es de $ 27,570. Cifra que, todo indica, irá en aumento con el transcurrir el año.
En ese sentido, el Gran La Plata es uno de los lugares más perjudicados ya que la línea de pobreza –según datos oficiales- llegó al 38,6%: un aproximado de 338.507 personas de un total de 877,091 habitantes.
Un panorama desalentador y preocupante.
Se viene el frío y las cerca de 625 familias que se encuentran acampando en las inmediaciones de la avenida 520 y 214 de la localidad de Abasto, solicitan que el gobierno municipal les dé “una pronta respuesta” a su reclamo central: tierras.
Las familias están compuestas en su mayoría por mujeres, adultos mayores y niños, que vienen acampando desde hace 9 meses en los bordes de la avenida. Duermen en casillas precarias construidas con listones de madera, bolsas de nylon y chapa.
A eso se suma el peligro de encontrarse a metros de una avenida transitada por autos y camiones. Un riesgo constante a pesar de las guardias que realizan los vecinos -que en su mayoría trabajan en el campo- para evitar que los niños crucen el asfalto corriendo.
También está latente la posibilidad de contraer enfermedades infecciosas: “Un solo baño para hombres, mujeres y chicos. Me dio infección en las vías urinarias porque todos van orinar ahí”, sostiene una de las mujeres que acampan en el lugar.
Mimi Duarte, una de las delegadas del acampe se dirigió de forma enfática al intendente Julio Garro. “No somos usurpadores, estamos acá por una necesidad. Nosotros no le estamos mintiendo señor intendente, tenemos gente discapacitada, gente adulta y la necesidad de todos los chicos”, sostuvo y remarcó: “Estamos pidiendo una tierra para pagar dignamente, somos gente trabajadora que queremos pagar, no queremos que nos regalen”.