La película que hace 20 años marcó el inicio del denominado ‘Nuevo Cine Argentino’, estuvo en pantalla ayer y se emitirá también hoy y mañana a las 19 en la Sala 2 del Cine Municipal EcoSelect, ubicado en el Centro Cultural Islas Malvinas.
“Pizza, birra y faso” se estrenó el 15 de enero de 1998 y tomó por sorpresa al cine argentino proponiendo una renovación creativa en las producciones audiovisuales nacionales. Trasladó a la pantalla cinematográfica, distintas temáticas actuales de la sociedad, con el fin de que el público reflexione acerca de ellas.
El film, dirigido por Bruno Stagnaro e Israel Adrián Caetano, relata la historia de cinco amigos, quienes llevan a cabo múltiples actos delictivos, peripecias y desmanes, por las calles de Buenos Aires, con el fin de obtener dinero y sobrevivir en una ciudad signada por el desempleo y la crisis económica.
Dedicados exclusivamente a delinquir, siempre dependen de alguien que los emplea y les quita la mayor parte del botín. Por este motivo, deben conformarse con el poco dinero que consiguen y sus días transcurren entre pizzas, cervezas y cigarrillos.
Los vicios y los excesos parecen ser el único modo de afrontar una realidad lacerante, (aunque les cueste la vida), mientras que morir en la propia ley es el mandato principal de este grupo de amigos.
Contada desde la mirada de los protagonistas, permite al espectador inmiscuirse en la cotidianeidad de estos jóvenes y experimentar durante ochenta y dos minutos, la frustración, la desazón y los sinsabores de sus vidas; consecuencias directas de una decadencia social y económica del país que los vio nacer.
Asimismo, ofrece la posibilidad de analizar desde una nueva perspectiva los avatares que deben afrontar las personas de bajos recursos: la discriminación, los prejuicios y la desigualdad y visibilizar sus batallas cotidianas en pos de pertenecer a un sistema que los excluye y los arrastra hacia la pobreza, cautivos de un escenario desesperante de la cual sólo pocos pueden escapar.