Por Juan Quesquén Rodríguez.
A 37 años de la finalización de la Guerra de Malvinas, desde el CECIM La Plata (Centro Ex Combatientes Islas Malvinas) realizaron un homenaje a los caídos. El reconocimiento fue protagonizado por mujeres bajo el lema “Género, derechos y soberanía”.
En el lugar, hizo uso de la palabra Julieta Terminiello, hija del excombatiente Fernando Terminiello, que sostuvo: “Malvinas es mucho más que la soberanía territorial, es soberanía popular”. “La soberanía es que tengamos la posibilidad de decidir sobre nuestros propios cuerpos. Soberanía es que no exista más desigualdad salarial entre varones y mujeres. Exigir igualdad es que dejen de existir víctimas de la violencia machista. Es que dejemos de llamar amor al trabajo no pago, ese trabajo que han realizado compañeras y sin el cual no se hubiese podido sostener muchas de las actividades del CECIM; por eso repudiamos el fin de la Ley de Moratoria Previsional, que significa el fin del reconocimiento al trabajo realizado por las mujeres”, denunció Julieta.
Además, Terminiello hizo hincapié en la política de desfinanciamiento del gobierno nacional con respecto a la ciencia y la educación: “Malvinas no es sólo una cuestión del pasado como muchos quieren hacernos creer, sino que es presente y futuro; y un futuro sin educación y sin ciencia nunca podrá ser soberano. Hoy más que nunca debemos luchar para que no nos sigan quitando ese futuro”. “Somos muchas las que militamos la cuestión Malvinas. Y por esa razón celebramos esta apertura del CECIM, por abrirse a las nuevas generaciones y a los debates contemporáneos buscando seguir creciendo y aprendiendo como un organismo de Derechos Humanos”, finalizó.
Por su parte, en dialogo con El Tranvía el presidente del CECIM La Plata, Hugo Robert, nos acercó sus reflexiones sobre la fecha: “Son días de profunda reflexión porque a medida de que pasan los años la perspectiva se amplían y el saber que nuestros compañeros han ofrendado lo más sagrado que tiene un ser humano en pos de una soberanía usurpada en 1833 y que aún hoy se continua, hace que esas vidas entregadas –sin nada a cambio- adquieran un valor cada vez más grande. Uno no puede dejar de mirar a los que tenemos la suerte de tener hijos y agradecerle desde lo más profundo del sentimiento a nuestros compañeros. Siempre decimos que nosotros hoy estamos acá porque ellos quedaron allá”.
Este año tuvo la particularidad que el homenaje estuvo protagonizado por mujeres, al respecto Robert dijo: “Nunca habíamos realizado un homenaje a las mujeres de Malvinas, aquellas madres, tías, las hermanas, las primas, las amigas, las novias, las esposas que fueron fundamentales sobre todo en la posguerra. Nos pareció un momento muy apropiado, sobre todo en apoyo al colectivo de mujeres que lucha por la igualdad de sus derechos, por la soberanía de su cuerpo. Era más que merecido este homenaje”
Para finalizar, Robert manifestó su malestar con respecto a la política del gobierno de cambiemos con respecto a la soberanía de Malvinas: “La soberanía no se negocia. Lo que están haciendo las actuales autoridades de cancillería, que son directrices del poder ejecutivo nacional, a mí me llena de profunda vergüenza. Nuestros compañeros cayeron por una idea de soberanía que nos abarque a todos y la verdad que realizar negocios para pocos en un territorio como el Atlántico Sur, que trabajado estratégicamente podría sacar de la parálisis económica a nuestro país, haberlo entregado en el acuerdo Foradori – Duncan, me llena por un lado de vergüenza y por el otro nos compromete (a los miembros del CECIM) a redoblar el esfuerzo. La vida de nuestros compañeros son el motor del CECIM y vamos a seguir en la lucha para revertir este desastre que está haciendo la actual Cancillería de este gobierno”
El homenaje se llevó a cabo en el Centro Cultural Islas Malvinas, calle 15 y 51, y contó con la presencia de organizaciones de DDHH, políticas, gremiales y sociales.