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Osvaldo Drozd

Tras la firma del compromiso contra la reforma de la Constitución y la re reelección por parte de diputados de la UCR, el Frente Peronista, Pro, la Coalición Cívica, FAP y Proyecto Sur, el 6 de noviembre, sumado a la movilización del “8N”; desde varios medios se viene señalando que estamos ante el ocaso del kirchnerismo. Que sin la posibilidad de que Cristina Fernández de Kirchner pueda volver a ser presidenta en 2015, el proceso político iniciado en 2003 ya tiene fecha de defunción. Lo interesante del diagnóstico, no es precisamente avizorar el nacimiento o la proyección de una nueva fuerza política alternativa entre lo que hoy es la oposición, sino mostrar un reagrupe de fuerzas actualmente enroladas en el oficialismo; más precisamente sectores vinculados a la estructura del Partido Justicialista entre los cuales la figura del gobernador bonaerense Daniel Scioli, comenzó a cobrar notoriedad, y detrás del cual se alinearían sectores hoy enrolados en la disidencia peronista, decididamente anti K. Los agrupamientos sciolistas como la Juan Domingo o la DOS, no disimulan su operativo clamor y tejen ya alianzas posibles, en las cuales, la posibilidad de alinear a los grupos más decididamente kirchneristas como los que integran el espacio de Unidos y Organizados, resultaría demasiado poco probable, e incluso contradictorio.

Que Scioli y la mayoría de los gobernadores peronistas a excepción del cordobés José Manuel De la Sota, se hayan alineado junto a la presidenta ante el paro general convocado la semana pasada por la CGT de Moyano y la CTA de Micheli, no es la medida para evaluar sus intenciones en proyección al 2015.

Scioli fue parte el sábado 17 de un acto de la Juan Domingo, donde se cantó: “Se siente, se siente Scioli Presidente” y donde el ex intendente de Avellaneda Cacho Álvarez de Olivera principal impulsor del agrupamiento, expresara con vehemencia que no habrá reelección.

A menos de una semana, el jueves 22, el gobernador colmaría con cinco mil personas el Círculo Policial de Tolosa, donde asistieron todos los grupos sciolistas: Peronistas sin Fronteras, Descartes, La Dos, Agrupación Peronista 5 de septiembre, Frente de Agrupaciones La Peronista, y Ateneo Eva Perón; además de los principales funcionarios de la Provincia. Allí el gobernador expresó que: “Lo nuestro es continuidad con cambios, porque es inteligente corregir lo que haya que corregir”. Entre los oradores del acto estuvo el supeministro Ricardo Casal, una de las figuras más resistidas por los grupos kirchneristas.

Planteado de esta forma el predicho ocaso del kirchnerismo, pareciera antes que nada una estrategia de acondicionar al Partido Justicialista aislando a la presidenta, y a sus grupos más afines, volviendo a insertar a peronistas disidentes, los cuales mientras tanto siguen tejiendo por afuera, tal como lo harán el próximo viernes efectuando el lanzamiento formal de una confederación de partidos peronistas, con la presencia de dirigentes nacionales como Adolfo Rodríguez Saá, Claudia Rucci, Francisco de Narváez, Gerónimo Venegas, José Scioli y Francisco Fortuna, todos críticos del Gobierno. Uno de los impulsores, el diputado Enrique Thomas, expresó que a Scioli «lo esperamos con los brazos abiertos».

Una lectura ingenua, desprendería que si Scioli, no rompe con el oficialismo, y se suma a ese otro sector, competiría en el 2015 contra ellos, posiblemente contra De la Sota, pero si la táctica de aislar a los sectores K dentro del frente interno, se produjera, en realidad lo que sucedería es que se abriría la puerta para que todos esos sectores del peronismo disidente regresen al PJ. En esta operación el intendente del Tigre Sergio Massa se mueve como pez en el agua.

Lo curioso de todo esto es el silencio oficial, que se mantuvo hasta que hoy abriera la boca el vicegobernador Gabriel Mariotto. Si el que calla otorga, eso hasta hizo especular a algunos medios con que Scioli ya había sido elegido por Cristina como su sucesor, debido al supuesto desgaste producido por el “8N” y a la poca probabilidad de que pueda haber una reforma constitucional.

Mariotto en diálogo con radio La Red, dijo hoy  «que quien conduce el proyecto político de transformación en el campo nacional y popular es nuestra presidenta, es Cristina. Banda o no banda es una cuestión anecdótica en ese aspecto», y que «los candidatos que surjan en cualquier instancia de nuestro proyecto» tendrán «la unidad de concepción» trazada por el kirchnerismo, «sino tendrían que ser candidatos de otro proyecto».

A su vez opinó que a él le “parece que no es tiempo de hablar de elecciones» sosteniendo que «conceptualmente entiendo que la mejor forma de posicionarse para un objetivo es la gestión». En relación a la posible candidatura de Scioli, Mariotto expresó que «están en una etapa de capricho, no digo Daniel» pero sí «sectores cercanos a Daniel que quieren posicionarlo para una candidatura».

Por sectores cercanos a Daniel uno podría considerar a los agrupamientos sciolistas, pero cómo debieran considerarse a los grupos del peronismo disidente y a los medios que también operan en tal sentido.

 

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