“Discutamos todo y vayamos para adelante”

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Osvaldo Drozd

El que escribe pretendía hacerlo sobre el surgimiento de la “Juan Domingo” y sobre el tema que ayer los medios se encargaron de meterlo en un amplificador, o sea el cruce entre el vicegobernador Gabriel Mariotto y  funcionarios afines al gobernador Daniel Scioli. Un tema que sin dudas merece la reflexión, pero sin olvidar que los nuevos tiempos exigen debate y no teorías conspirativas. Cómo afirmaba un viejo militante: “Discutamos todo y vayamos para adelante”.

Las contradicciones dentro de un proyecto político, debieran ser la palanca para avivar todos los debates pendientes, y no la excusa que posteriormente se podría utilizar para justificar rupturas. La revitalización de la política necesariamente, debe conllevar la ampliación de las representatividad, y para esto es imprescindible que surjan nuevas voces y por ende discusiones que hasta el momento podrían ser considerados tabúes, o intocables. Solamente un estilo de trabajo donde muy pocos deciden el rumbo, aplicándolo como verdad revelada, justifica que no haya debate, y que eso se preste a cualquier suspicacia o sospecha donde se podría pensar que los que así lo hacen priorizan su privilegio personal o corporativo, en lugar de los intereses generales.

El kirchnerismo fue inaugurando paulatinamente una nueva forma de concebir la política, generando debates, que por años se habían perdido o postergado, y justamente por eso fue sumando a una masa crítica muy importante de militancia, entre la que se destaca la gran presencia de jóvenes, como también de muchos viejos activistas, e intelectuales. Esta novedad evidenciada principalmente a partir del conflicto con las patronales agropecuarias, implica un verdadero renacimiento, tras haber sufrido nuestro pueblo las más crítica crisis de representatividad allá por el 2001, cuando se pedía “Que se vayan todos”. Profundizar el rumbo de la democracia, y del modelo de inclusión social y ciudadana, implica superar viejos vicios de la política o del estilo de trabajo, que llevaron a esa crisis.

El intento fuerte que realizan los medios hegemónicos, es retrotraer la actitud de las mayorías hacia la política tal cual era hace poco más de una década, y es por esto que hablan de militantes pagos o en busca de cargos, como si el compromiso y la ideología no existieran, intentando sin dudas tapar el sol con las manos. Lo peor que le podría pasar a este incipiente movimiento, es caer en la lógica que esos medios canallas intentan subsumirlo.

 

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